Puedes decirme si esto es fuera de lugar, pero así son las cosas: he vuelto innecesariamente a pensar en ti.
Sé que vuelves a ser imposible, que estás más lejos que nunca. Pero me ha dado por imaginar qué podría suceder si nos volviéramos a acercar —si somos capaces de permitirlo—.
Estoy haciendo conjeturas de otros nombres atados a los nuestros. ¿Sabes?, mi nombre lucía bien con el tuyo.
Me oculto de tu mundo para observarlo como espectador, y no como protagonista.
Estuve llenado mis preguntas de tu vida con no me importas, no me interesas
y valemadrismos llenos de excusa… pero si te contara cuántas veces he estado a nada de equivocarme y decir tu nombre a alguien más…
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